8 Reflexiones en dia de intervención y el tercer sector
TweetHace ya más de 3 años que todos sabemos que la crisis-recesión va a acabar afectando al tercer sector.
Ha ido llegando por barrios, empezando por las ONGD que han sufrido enormes recortes que hacían inviable un modelo basado en que cualquier iniciativa voluntaria merecía el apoyo público. Quién reniege de este afirmación que recuerde cuantas pequeñas organizaciones locales recibieron del 2000 al 2008 el apoyo de sus propios municipios, que preferían una cooperación controlada, tener la ONG del pueblo y creer riqueza local.
Lo pequeño era bello y sigue siéndolo, pero a partir de ahora lo será si se lo paga cada uno
Parece que finalmente las cosas se mueven; ha aparecido hace unos meses, una web en Hacesfalta que intenta situar las alternativas de las organizaciones ante la crisis con cuestiones del día a día más que razonables, mientras las plataformas y organizaciones de segundo y tercer nivel parecían más preocupadas de mantener sus estructuras. En otros países ha sido estas plataformas de segundo nivel las que han creado herramientas sobre como afrontar la crisis, pero ser campeones de Europa tiene estas limitaciones. O el propio gobierno de Cameron con el Transition Fund.
Los recortes, directos o indirectos, han llegado hoy al sector social, hasta ahora muy protegido de la tormenta dada su función de colchón social. Quizá las noticias sobre la intervención de hoy, deberían activar en el tercer sector un conjunto de estrategias que hemos venido apuntando en este blog a lo largo de 19 meses y que aquí resumimos:
- La captación de fondos no va a ser la única solución a la caída de ingresos públicos: hablamos de un mercado de fondos privados de 800M€, mientras los recortes en las aportaciones públicas al sector son infinitamente mayores.
- Por tanto, hay que reducir servicios o financiarlos con más aportaciones de los usuarios o el trabajo voluntario. Las aportaciones de los usuarios tienen un límite importante en el sector social..
- No ha habido una exploración seria del potencial del voluntariado en el actual entorno de crisis: hay profesionales cualificados prejubilados y personas en paro esperando una oportunidad para sentirse útiles..
- Lo siento, este trabajo del voluntariado no lo podremos sustituir a medio plazo por profesionales, no los podremos pagar. No ha habido hasta ahora sentido de emergencia que impulsara este recurso..
- Las organizaciones pequeñas y medianas han de colaborar y fusionarse. El baile en las ONGD ya ha empezado, no había alternativa..
- Hay que orientar nuevas actividades del sector al mercado; las fórmulas de empresas sociales son una alternativa a algunas de nuestras actividades, aunque no son tampoco la panacea. No veo que una residencia de personas con gran discapacidad pueda ser una empresa social: quines ven en la empresa social todas las soluciones es que no saben de los que hablan..
- Ha llegado el día y la hora de innovación social: hasta ahora podíamos hacer discursos más o menos entretenidos sobre este tema, pero sólo hay innovación cuando hay necesidad y hasta ahora no la ha habido..
- El tercer sector social, como conjunto de organizaciones estables, se está encontrando ya con nuevos agentes, llamémosles emprendedores sociales, que hace tiempo que viven en la necesidad de crear un espacio propio para arreglar el mundo sí, de acuerdo, pero como medio para ganarse el sustento diario. Como cualquier hijo de vecino.
Y al tercer sector se le va a mover el tablero por los emprendedores y por nuevas y viejas iniciativas buscándose la vida como pueden y atentos a no perder cancha. El ejemplo lo tenemos en las grandes ONGD internacional abriendo líneas de acción social, como Intervida o Acción contra el hambre y en su momento MSF con la inmigración en el estrecho.
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