Aclarando dudas, ¿cuál va a ser la estrategia de las obras sociales en 2011?
TweetEn la polémica sobre la bancarización de las cajas, el argumento utilizado a favor de mantener su “statu quo” actual como entidades de ahorro frente al modelo de bancos vinculados a fundaciones, ha sido precisamente la importancia de la obra social como retorno del beneficio de las cajas a la sociedad. En ello vamos a profundizar.
Las cajas de ahorro han destinado loas últimos años a obra social porcentajes de los beneficios del 27 al 30%, de media, una vez realizados el pago de impuestos y las correspondientes reservas. En términos absolutos esto ha supuesto que en el año 2008, las cajas de ahorro invirtieron más de 2.100M€, cantidad que ha ido disminuyendo en los últimos años, hasta los 1,200M€ del 2010, a medida que bajaban también los beneficios.
La información aquí recogida responde a la Memoria de laObra Social de la CECA 2009.
El caso más significativo es el reciente dato de la Obra Social de Caja Madrid, que ha visto reducida su obra social en un 50%, de 80 a 40 M€, a pesar de que se va mantener el presupuesto en los 130 M€, gracias a las aportaciones de dotaciones anteriores, es decir, presupuesto de obra social no ejecutado o destinado a reservas de la propia obra social en ejercicios anteriores.
Esta cantidad final, contrasta con los 500M€ que destinará la Caixa a obra social en 2011 y es una muestra del amplio bache se que está abriendo entre la Caixa y el resto de las fundaciones y obras sociales.
Este proceso de minorización de los recursos de las obras sociales acaba sólo de empezar y será mucho más profundo por el proceso de bancarización especialmente en el año 2012; de los datos actuales y de la información de que disponemos, la salida a banca de las Cajas va a suponer que su capital pasará a estar en el mercado en un porcentaje mínímo del 20 y máximo del 49%.
Por tanto, el porcentaje de las acciones de las cajas que sean propiedad de inversores privados, van a marcar la caída de la obra social en los próximos ejercicios, ya que este porcentaje se distribuirá como beneficio a los accionistas en lugar de incorporarse a la obra social.
Sirva como referencia que la Fundacione Cariplo, la mayor caja de ahorros italiana, después de la privatización de los años 90 conserva sólo el 25% del capital de Banco San Paolo Intesa, en que se convirtió la antigua Cariplo Cassa de Rissparmo.
“La cuestión no es sólo el capital que vayan a necesitar, que deberá ser bastante superior al mínimo exigible, sino que la valoración de las entidades incorporará fortísimos descuentos, con lo que quienes entren, sean accionistas privados o el Estado, tendrán un gran peso en el accionariado”. Nos dice un experto, por lo que el mínimo en el mercado del 49% puede superarse en los próximos años para acercarse a modelos como el italiano, en el que la participación de la fundación es minoritaria.
En segundo lugar, las obras sociales distribuyen su presupuesto entre la denominada obra propia, que destinan a financiar desde los Cosmocaixa hasta los centros sociales y educativos, las Pedreras y Casas Encendidas, supone el 63% del total del presupuesto en 2009 y la obra en colaboración con organizaciones no lucrativas.
En este ámbito de la obra propia la obras sociales tienen cierto margen de maniobra para reducir costes y en esto están: por ejemplo, Caja Madrid ya ha anunciado el cierre durante los 2 meses de verano de sus centros de mayores.
Por tanto, las mayoria del recorte de presupuesto de las obras sociales se va a centrar en la obra en colaboración, es decir, aquella que finacia proyectos del tercer sector social, cultural, de cooperación, medio ambiente, educación e investigación; una aportación que en 2009 fue de cerca de 655M€
A corto y medio plazo los obras sociales están tomando medidas que tendrán un fuerte impacto en el tercer sector y que se resumen en:
- A pesar de las afirmaciones de que se mantiene el presupuesto con cargo a reservas, en 2011 no se va a ejecutar todo el presupuesto ante el negativo escenario para el 2012.
- Van a concentrarse en una mejor gestión y más selectiva de la obra propia, eliminando programas y proyectos que no sean nucleares, o procurando su gestión externa a menor coste. En este ámbito si hay mucho margen de mejora y eficiencia.
- Muchas de las actividades gratuitas de las obras sociales de las cajas, dejarán de serlo, ya que los recursos generados por la propia obra social son sólo el 7% del gasto. Esta gratuidad ha sido muy criticada por otras instituciones culturales que compiten con la gratuidad de las exposiciones de las obras sociales.
- Con las fusiones algunas obras sociales han concentrado en una única convocatoria las que venía realizando cada obra social. Los nuevos criterios son mucho más restrictivos, buscan una mejor selección de los proyectos y, en algunos casos, las propias bases de las convocatorias excluyen proyectos de organizaciones locales.
- En principio, parece lógico que se priorice la obra en colaboración con entidades sociales dada la actual situación, e investigación frente a cultura y medio ambiente. Cuando en los medios ha aparecido estos dias que se reduce la inversión en temas sociales se debe al efecto de caída de la obra en colaboración frente a la obra propia, centrada en cultura y educación.
- Por tanto, la obra social será mucho más selectiva a la hora de financiar proyectos, financiará menos los importes medios serán más bajos y la calidad e impacto serán factores clave a tener en cuenta.
- Se va a financiar menos proyectos de inversión y más innovación y proyectos sostenibles.
Son tendencias que ya se están produciendo y que van a tener impacto el las organizaciones del tercer sector, muchas de ellas con proyectos con obras sociales más flexibles que los de financiación pública.
La financiación con cargo a obra social, al igual que la de recursos públicos, ha sido la más cómoda y de menor riesgo para las fundaciones y ONG, basada en el esquema convocatoria pública, lobby, presentación de proyecto, realización y justificación del gasto.
Este modelo se acaba y las organizaciones del tercer sector van a tener que ser más valientes explorando nuevas estrategias de captación, menos cómodas, más arriesgadas, más profesionales. Hay que intentarlo y que haya suerte.
La obra social no va a desaparecer, sin duda, pero será muy diferente a la que hemos concido en tiempos de alegría.
Interesante reflexión Ricard, nos ayudará a los que nos toca impulsar y coordinar dentro del tercer sector. No comparto en abosluto que el tercer sector social deba de ser más prioritario que el cultural o el ambiental, es un gran error pensar que el medio ambiente y las oportunidades culturales no sean necesarias para el equilibrio social.
Continua con tus interesantes reflexiones!
Jordi Pietx, xct*
Un análisis muy interesante. ¡Veremos hacia dónde caminamos! Lo que es cierto que la situación para las ONL será cada vez más compleja, por lo que, como dices, hay que seguir explorando para identificar nuevas oportunidades.
Jordi, no considero nada despreciable la cultura ni el medio ambiente, mi opinión refleja la que será probablemente la actitud de las obras sociales.